Ivan Ivanovich Shishkin no solo es un artista destacado, sino, sobre todo, un gran maestro de la pintura de paisajes. Por encima de todo, al artista le encantaba crear paisajes forestales, representando bosques de hayas, pinos y robles. Shishkin amaba y admiraba la naturaleza, la belleza y el poder de los árboles, valles y ríos.
Arboledas, distancias del bosque se convirtieron en las imágenes favoritas de Ivan Ivanovich Shishkin. Incluso creando varios paisajes de bosque de pinos, el artista trató de transmitir en cada uno de ellos su propio estado especial.
Paisaje “Lluvia en el bosque de robles” escrito en 1891. Este hermoso paisaje, un magnífico ejemplo de pintura de caballete, forma parte de la colección de la Galería Estatal Tretyakov.
La trama del paisaje “Lluvia en el bosque de robles” está llena de motivos líricos. El lienzo es muy poético, sutil, contemplativo. La pintura muestra a tres viajeros. Dos de ellos vagan lentamente por el bosque de robles, apenas escondiéndose de la lluvia bajo un paraguas.
Otro, un viajero solitario, que no intenta esconderse de la lluvia, se aleja a toda prisa en las profundidades del lienzo, más y más lejos en la espesa niebla húmeda y el espeso bosque.
“Lluvia en el bosque de robles”: un paisaje diseñado para transmitir toda la belleza del aire húmedo del bosque, el olor a hierba, hojas de roble, un brillo fantasmal de luz tras lluvia, un estado de niebla que llena todo a su alrededor con paz y tranquilidad.
El bosque de robles es muy hermoso, lleno de resplandor solar, que se refleja en el aire del bosque lleno de humedad. El paisaje brilla, fluye cálidamente, todo se eleva, respira, vive.
La profundidad del bosque está llena de densa niebla de leche. Contornos de árboles en la distancia como si se disuelven en esta niebla dope. La imagen de la niebla hace del lienzo un misterio misterioso y fácil. Contra la pared de niebla blanquecina, las imágenes de los árboles se ven más claras. El abundante follaje de robles brilla, la luz que atraviesa le da al paisaje un estado de serenidad y felicidad tranquilas.
En algunos lugares, el sol se desliza a lo largo de los troncos de los árboles, iluminándolos y disipando y suavizando un poco la niebla demasiado espesa.
El primer plano de la imagen está lleno de detalles, dibujos detallados de varias hojas de hierba, piedras, musgo. Al mismo tiempo, el artista utiliza una paleta diversa, todo esto hace que los reflejos y semitonos sean más expresivos y notables. El aire se siente como un fenómeno separado: vivir, temblar, inestable, listo para derretirse, desaparece junto con esta brumosa niebla que se extiende por el bosque.
En general, el paisaje es muy suave, frágil, de composición multifacética. El claroscuro enfatiza el estado atmosférico de la naturaleza que está cambiando ante nuestros ojos, enfatiza el delicado equilibrio entre los planos de las imágenes y las coloridas capas del paisaje.
El paisaje de Shishkin vibra y vive en nuestra conciencia no solo como una imagen, sino también como un olor, como el canto de las aves del bosque, como el aire del bosque, como un susurro de la lluvia en el bosque, conocido desde la infancia.