El cuadro “Carrying the Cake”, el rey español Felipe IV, considera la perla de su colección. El trabajo se realizó para el monasterio napolitano, y cuando en 1661 se logró enviarlo a Felipe IV, prometió pagar al monasterio 4.000 ducados por año.
Esta es una de las obras más innovadoras del gran maestro. Rafael se aleja completamente de la composición clásica. La imagen en la imagen se basa en contrastes, las proporciones de las figuras se rompen.
Todo parece una especie de performance teatral.
La solución de color con integridad total del color contiene disonancias internas. Las expresiones faciales, los gestos están llenos de exaltación moderada. Tensión hábilmente resaltada por los colores escarlata y sus reflejos a lo largo de la imagen.
En este trabajo, puedes ver cómo Rafael comenzó a desviarse de la comprensión clásica del espacio de la imagen y comenzó a probar técnicas inherentes al manierismo. Sin lugar a dudas, esta es una de las obras más interesantes del gran maestro.