Gracia, belleza y sofisticación: esto es lo que se muestra en todas las pinturas de Edgar Degas dedicadas al ballet. El maestro de la pintura pintó a bailarines de ballet con diferentes técnicas, y todo se puede ver: siempre le fascinó la plasticidad de los jóvenes bailarines. Y, al mismo tiempo, entendí muy bien lo difícil que es trabajar para alcanzar las alturas de la maestría en el arte como el ballet.
Cuántos innumerables ejercicios deben repetirse, escuchando las enseñanzas de los maestros, a veces incluso los malvados, para superar la línea de agotamiento, hasta que finalmente nace un baile con el que puede salir al público.
Son pinturas tan alegres pintadas al óleo y en colores pastel que vemos en la obra de Degas: hay mujeres jóvenes y encantadoras vestidas con tutus de aire, hermosas, pero si las observas bien, a veces puedes ver signos de fatiga en tus rostros.
Mucho más que todo esto, muy lejos de las “puertas de entrada”, se pueden ver las emociones en los lienzos que describen la vida detrás del escenario de las bailarinas. Ya sea que estén descansando, poniéndose sus elegantes tutus, posando frente a un espejo o frente a un fotógrafo, estos personajes siempre son vitales.
Y la chica de la máquina en la pintura “Lección de baile” también se ve orgánicamente. Más precisamente – en una de las pinturas con el mismo nombre. Al principio, parece sorprendente que la joven bailarina no sea una belleza, incluso tiene orejas ligeramente puntiagudas, como elfos, un mentón un poco demasiado pesado.
Lo más probable es que lo tengamos ante nosotros, hasta que sea un adolescente desformado, un “patito feo”, que pronto, muy pronto se convertirá en un cisne maravilloso, pero por ahora – una serie de ejercicios tediosos que el acompañante que toca el violín ilumina.
Parece que está soñando, está pensando en algo propio, parece estar presente, pero sus pensamientos están lejos de aquí, donde estaba fascinado por su melodía, que sigue dibujando con un arco a lo largo de las cuerdas. Esta consideración se transmite a la niña, ella parece estar repitiendo mecánicamente sus ejercicios, mientras que ella misma sigue de cerca al violinista, tratando de desentrañar lo que la melodía le ha dado.
Pastel “Lección de baile” Degas es una verdadera fusión de tres tipos de arte: música, danza y pintura.