No tenemos pruebas precisas que confirmen el trabajo de Rogier van der Weyden como ilustrador, pero una de las miniaturas que se le atribuyen está hecha de una manera característica del artista. Esta miniatura adorna el frontispicio de la investigación histórica, que se llama “Eno Chronicles”.
De otra manera, este ensayo se llama Las crónicas de los señores famosos de Gennegau. La miniatura muestra a Jean Vauclin, presentando su traducción de las Crónicas a Felipe el Bueno, duque de Borgoña. Voklen comenzó a trabajar en su traducción en 1446, por lo que las ilustraciones de su manuscrito parecían haberse realizado un poco antes o un poco más tarde, en el mismo 1446 o 1447.
Algunos investigadores creen que la miniatura de las “Crónicas de Eno”, que se muestra en la parte superior, fue hecha por el propio artista, otros se inclinan a creer que fue hecha por un miniaturista experto en el dibujo de Rogier. Hay evidencia tanto a favor de la primera como a favor de la segunda teoría.
Notamos que esta miniatura muestra muchas de las características inherentes a la pintura de caballete de Rogier, incluido el espacio magistralmente organizado de esta pequeña “imagen” y la “caracterización” definitiva de las figuras presentes.