Según la narración del Evangelio, el cuarto día después del entierro de Lázaro, a quien Jesús amaba mucho, Cristo vino a Judea. Las hermanas Lázaro, María y Marta, le rogaron a Jesús que resucitara a su hermano, lo cual hizo. En términos generales, esta imagen sigue las tradiciones de la iconografía bizantina.
Pero Giotto se enfoca en el drama de lo que está sucediendo: con asombrosa certeza, transmite asombrada admiración y admiración de los presentes, su sorpresa, indignación y temor, con los que percibieron el milagro realizado por Jesús.
El drama se bombea alrededor de las figuras de Cristo y Lázaro, de pie en diferentes partes del cuadro. Uno irradia poder divino y el poder, el otro es una muñeca gris del mundo de las sombras. Los puntos de vista y movimientos del anciano y el joven que se interponen entre ellos son opuestos en la dirección y en los sentimientos expresados.
El joven vestido con ropa verde pálida mira a la persona resucitada, expresando total asombro con sus ojos y toda su figura; Su mano derecha, sin embargo, se extiende a Jesús, como si trazara la dirección de la fuerza vivificadora que emanaba de él.
En una foto de perfil brusco, un anciano con un impermeable amarillo, parado cerca de Lázaro, mira a Jesús sin comprender, casi inquisitivamente, pero sus manos están dirigidas hacia Lázaro; comienza a desatar la ropa funeraria de la resurrección. A la derecha, las figuras de los dos hombres detrás de Lázaro cierran la línea, cubren sus caras del hedor del cuerpo que comenzó a descomponerse. Frente a ellos, dos jóvenes ponen una losa de piedra en el suelo que cubre la entrada de la cripta de la cueva.
En el primer plano están María y Marta, que se extendieron ante Cristo, en el contenido de sus figuras representan la prehistoria del milagro, y en el plan compositivo establecen la conexión entre Cristo y Lázaro. Los apóstoles se colocan detrás de Cristo, en el primer plano están las figuras de Juan y Pedro, adormecidos al ver un milagro. Cada personaje en la imagen está escrito como un héroe del drama, y su conjunto crea una plenitud emocional previamente desconocida en las artes visuales, tensión dramática, realzada por colores y formas.