Esta obra es considerada una de las obras maestras de la pintura del Renacimiento temprano. Los historiadores del arte primero le prestaron atención en el siglo XVIII. En ese momento no se sabía nada sobre las circunstancias que acompañaban a su escritura, ni sobre cuándo y por qué orden fue creado.
El contenido de la imagen también parecía misterioso. Aún no se resuelve el “propósito” de las tres figuras en el primer plano de la imagen.
Según la versión antigua común en Urbino, en el centro está el hermanastro del duque Federigo da Montefeltro. Está rodeado de miembros del ayuntamiento de Urbino, quien lo condenó a muerte en 1444. Si esto es cierto, el artista asocia la imagen de lo ejecutado con la imagen de Cristo. La hipótesis de Sir John Pope-Hennessy, propuesta por él en 1986, también merece atención.
Su esencia radica en el hecho de que la figura de la camisa roja es San Jerónimo. Así, la flagelación de Cristo no es en absoluto la flagelación de Cristo, sino los sueños del santo del martirio.
En cualquier caso, la idea principal de la “flagelación de Cristo” está casi seguramente establecida en las tres figuras en primer plano, ya que tanto el Salvador como sus torturadores son empujados hacia el fondo.