Un rincón de la vieja Moscú. Nevado, invierno helado. Los techos de las casas, los grupos de árboles, todo está enterrado en la nieve. A lo largo de la calle, un caballo enganchado a un trineo ligero, una dama en trineo y un cochero en la calle. Los transeúntes raros se apresuran a casa.
Está oscureciendo.
Las sombras azules de la tarde caen en la nieve blanca. Las puestas de sol rosadas aumentan las heladas. La imagen crea un estado de ánimo alegre, alegre.