A finales del siglo XVIII, Goya crea una serie inmortal de grabados “Caprichos” – caprichos. La serie incluye 80 hojas, numeradas, firmadas. En estos grabados, el artista acusa al mundo de maldad, oscurantismo, violencia, hipocresía y fanatismo.
En estas páginas satíricas, Goya ridiculiza, usando lenguaje alegórico, a menudo representando animales y aves en lugar de personas.
El tema de los grabados es inusual, a menudo entendido solo por el propio artista. Sin embargo, la agudeza de la sátira social y la aspiración ideológica es absolutamente clara. Un número de hojas dedicadas a los modales modernos. Una mujer en una máscara que da una mano a un novio feo está rodeada por una multitud de personas con máscaras también. El sirviente arrastra a un hombre en la orina con el vestido de un niño.
Una mujer joven, cubriéndose la cara con horror, saca un diente de un hombre ahorcado. La policía dirige a las prostitutas.
Toda una serie de sábanas es una sátira de la iglesia: feligreses devotos rezan a un árbol vestido con una túnica monástica; El loro predica algo desde el púlpito. Hojas con un burro: Un burro examina su árbol genealógico; enseña alfabetización a un potro; un mono escribe un retrato de un asno; Dos personas llevan burros. Búhos, murciélagos, monstruos aterradores rodean a una persona que se ha quedado dormida: “El sueño de la mente produce monstruos”.
Lenguaje aesópico en forma de fábulas, parábolas, leyendas Goya da golpes precisos a la corte y la nobleza. El lenguaje artístico de Goya es impresionante, el dibujo es expresivo, las composiciones son dinámicas, los tipos son inolvidables.