El concepto estético de lo sublime es una de las piedras angulares de todo el edificio del romanticismo. Las obras de arte se llaman sublimes, causan temor y llaman a una persona al más allá.
En Inglaterra, este concepto se generalizó después de la publicación del libro de Edmund Burke, Un estudio filosófico de los orígenes de nuestras ideas de lo sublime y lo bello. En Turner, lo sublime se manifiesta a menudo en forma de desastres naturales. Esta técnica es evidente en varias pinturas históricas de Turner, como “La ventisca.
La transición del ejército de Aníbal a través de los Alpes”.
También se encuentran cataclismos naturales en sus obras escritas sobre temas bíblicos y argumentos de la mitología clásica, como, por ejemplo, la pintura “Glavka y Skilla”, escrita en la trama de Ovidio. Tales temas le dieron a Turner la oportunidad de escribir grandes escenas, enfatizando la impotencia de una persona ante las fuerzas de los elementos.