A principios de la década de 1730, durante el reinado del octavo shogun Yoshimune, la hambruna se extendió por todo Japón, el cólera se propagó y más de un millón de personas murieron. Bakufu ordenó organizar un gran festival de limpieza, expulsando a los espíritus malignos del hambre y la enfermedad, una parte importante de los cuales fueron los fuegos artificiales en el puente Rekububi. Se llevó a cabo el 28 de mayo de 1833 con el nombre de Kawabiraki, “Descubrimiento del río”.
Se observaron fuegos artificiales desde el puente, desde barcos o desde numerosos establecimientos alrededor del puente. Los responsables de los fuegos artificiales fueron los jefes de dos compañías para su producción, Kagia Yae de Asakusa y Tamaya Ichibe de Regoku Hiroji. Tamaya fue responsable de los fuegos artificiales en los tramos superiores del puente Regokubashi, y en los tramos inferiores fue responsable de Kagia.
El cielo negro en las luces de fuegos artificiales de Hanabi ocupa dos tercios de la hoja.
En el río son visibles una variedad de embarcaciones. En el centro del primer plano se representa un gran bote en forma de una casa: esto es yakatabune, solo los ciudadanos adinerados pueden permitirse alquilar un bote de ese tipo. Aquí también flotaban tiendas de botes con linternas en un poste, desde donde se vendían bocadillos y licores, y botes en los que tocaban músicos. La primera versión del grabado golpea con sutileza, tonos de color precisos.
En la versión posterior, la solución colorista es algo rectilínea, a pesar de que los fuegos artificiales se muestran más brillantes contra el cielo oscuro.