Pintura del pintor sevillano Diego Velázquez “Forja Vulcana”. El tamaño del cuadro es de 223 x 290 cm, óleo sobre lienzo. Los escritores de la época clásica antigua no dejaron casi información detallada sobre el trabajo de herrería, pero las imágenes de la fragua de Vulcano, tanto en jarrones y bajorrelieves, como en las narraciones de los poetas, nos permiten concluir que las herramientas del herrero estaban muy cerca de las modernas.
En la época de los emperadores romanos en muchas ciudades había fábricas de armas pertenecientes al estado. Herreros y armeros estaban en cada legión. “Codex Theodosianus” contiene toda una “declaración” acerca de estos herreros militares: “fabricenses”. Los restos de una forja así fueron encontrados, por ejemplo, en las ruinas de una fortaleza romana cerca de Gomburg.
El yunque, que pesa alrededor de 15 libras, muestra que la técnica de ese entonces permitió el procesamiento de grandes piezas de hierro. También hay restos de hornos donde se extrajo el hierro y se encontraron muchas escorias que indican una operación prolongada. Estos hornos eran poco más que los antiguos pozos egipcios para la extracción de hierro y trabajaban también con la ayuda de pieles, creando hierro suave.
La necesidad de tener buenas armas fue la razón por la cual el arte herrero se desarrolló en la era del reasentamiento de los pueblos, y en la Edad Media alcanzó incluso el grado de arte verdadero al decorar iglesias y otros edificios.