En 1925, Picasso se dejó llevar por el surrealismo. Antes de eso, estuvo cerca de los principios básicos de esta tendencia: la liberación de la mente de las estructuras lógicas, la perspectiva clásica, el deseo de una conciencia desnuda ilimitada y el automatismo psicológico.
Sin embargo, la salida del surrealismo de Picasso resultó diferente que en su presentación tradicional. En Picasso, es plástico, emocional, armonioso, con un sabor complejo.
La pintura “Figuras en la playa” o “Beso”, una de las obras más famosas escritas en la técnica del surrealismo. El lienzo muestra dos figuras, cuyos cuerpos se procesan en formas geométricas complejas. Líneas claras, contrastes de luz, detalles perfectamente tallados forman formas entrelazadas.
Sobre el lienzo domina un erotismo pronunciado, incluso agresivo.
Como siempre, la artista retrata a una mujer de manera distorsionada, pero en este trabajo se vuelve depredadora, amenazadora. Después de haber distribuido el cuerpo femenino en sus partes componentes, transformándolas en elementos idealmente suaves y afilados, la heroína en el lienzo se presenta como una especie de monstruo.
El énfasis en el trabajo se centra en las caras de los personajes: bocas abiertas, casi tocando las lenguas que se extienden entre sí, con dientes afilados y parejos.
En la trama se puede adivinar la alucinación del autor, convirtiéndose en un movimiento impulsivo, hasta gritar histeria.
Las figuras biomórficas crean una atmósfera atractiva a su alrededor, lo que les hace considerar elementos del trabajo durante mucho tiempo y conectan mentalmente estas piezas “rotas” de dos figuras.
La imagen está pintada en colores brillantes: amarillo soleado y azul intenso, contra el cual un color marrón oscuro dibuja a los personajes principales de la obra.
El trabajo tiene muchas interpretaciones: algunos lo ven como una reprimenda por la lujuria, otros argumentan que es la encarnación de la pasión, otros ven la actitud personal del maestro hacia los placeres carnales.
Sea como fuere, la pintura “Figuras en la playa” se convirtió en una obra muy importante, ya que fue el impulso para la creación de esculturas y, en general, el atractivo del gran artista para las formas de arte plástico. Picasso se interesó en crear artefactos de alambre, clavos, juguetes para niños, muebles, cartón.
Hoy en día, este inusual y audaz trabajo se puede ver en el Museo Pablo Picasso de París.