Este lienzo lleva la huella de un genio y no tiene análogos en el género del retrato. La acción de la imagen tiene lugar por la noche en una habitación oscura, en la que un grupo de amigos y personas de ideas afines se reúnen para ver una demostración de un nuevo dispositivo, una bomba de aire, cuyas características funcionales se muestran con la ayuda de un pájaro que se atraganta en el vacío.
Wright combina el gran drama de la escena con la realidad prosaica y hace que el espectador se sienta como un testigo del experimento, transfiriendo cuidadosamente sus observaciones naturales al lienzo. La ausencia de un personaje central sirve al mismo propósito.
La presencia de velas y la atmósfera general de la pintura atestiguan las influencias de Caravaggio, Rembrandt, Gerard Dow y otros maestros menos conocidos.
Como modelos, Joseph Wright usó a sus amigos y vecinos, creando meticulosamente arquetipos de edad, género y comprensión de la situación. Por ejemplo, la joven pareja de la izquierda es demasiado apasionada la una de la otra para encargarse del trágico experimento que hace imposible que el ave respire, mientras que las niñas de la derecha lloran el destino de la cacatúa. Su padre intenta consolarlos, explicando que no se eliminará todo el aire y que el ave sobrevivirá. Más a la derecha, un caballero con gafas en sus manos, pensó en la vida, la muerte y el lugar de una persona en este sistema. Wright de Derby demuestra su opinión sobre el lugar de las mujeres y los hombres en la sociedad y el paradigma de su comportamiento.
Los hombres confían en los pensamientos con lógica, mientras que las mujeres tienden a percibir todo emocionalmente.
Cabe destacar el realismo del equipamiento representado. La bomba, que es el dispositivo principal en esta historia, corresponde a los prototipos reales de ese tiempo. Además, uno puede ver una vela, un tapón y los hemisferios de Magdeburgo, que sirven para demostrar la presión ejercida por un vacío, que hace eco de las funciones de la bomba.
Se cree que la bola de cristal y el cráneo humano en esta imagen son un recordatorio de la muerte, el motivo comúnmente utilizado en las obras de Vanitas, destacando la naturaleza pasajera de los placeres terrenales y la fugacidad de la vida.