Las pinturas de Watteau reflejaban la moda del siglo XVIII en las estatuas del jardín, que eran decoraciones indispensables de la nobleza aristocrática. La imaginación del pintor transformó las esculturas de piedra en los participantes vivos de la acción. A veces son irónicos y hasta viciosamente observan a los personajes en la imagen, a veces son bastante amigables, aunque tampoco pueden prescindir de ello.
Preste atención a la imagen colocada arriba. Además de los putts de piedra aquí presentes, la atenta espectadora puede estar interesada en sus personajes centrales: un hombre con una guitarra y una dama con notas. Obviamente, estos héroes son transferidos aquí desde “Gamma del amor”. O, por el contrario, “Gamma del amor” fue creado en base a este trabajo. La chica desnuda de mármol está ociosa y un poco astuta mirando a la magnífica sociedad reunida ante ella.
El refinado erotismo de su postura contrasta con los cortes de damas en lujosos vestidos de satén.