El segundo período tahitiano de Gauguin se hizo muy fructífero. En la colección del autor, muchas personas calientes, saturadas de vida y positivas, aparecieron las pastorales tahitianas. “Escena de la vida tahitiana”: una obra cuyo tema los críticos de arte se refieren al género mitológico. Es difícil para un habitante simple juzgar lo fabuloso de esta trama, debido a la ignorancia de los mitos de los hechos históricos de Oceanía. A veces esto no es necesario en absoluto.
Después de todo, el propósito de la pintura no siempre debe tener un subtexto específico. Basta con escribir un hermoso lienzo, y se hará popular.
Sin embargo, el tema de la imagen presentada refleja la identidad de los isleños, las peculiaridades de su comportamiento, la vestimenta y el paisaje de la naturaleza nocturna. A diferencia de muchas pinturas de ese período, esta se destaca con una especie de confusión de lo que está sucediendo, una paleta oscura y ansiedad. “Escena” se ejecuta en la técnica de escritura seca y se asemeja a un fresco con una letra seca. Los bordes están rayados hasta el punto de que la textura del lienzo se rompe, exponiendo el patrón de tejido.
El punto lila en el fondo parece extraño, podría decirse, superfluo.
Se plantea la idea de que Gauguin acaba de pintar sobre la parte mala. Apareció un personaje en la obra, un hombre que ya se notaba. Su torso está inclinado hacia adelante, como si el héroe se estuviera preparando para correr. La trama se ve perturbada por su estado de ánimo, los observadores externos también están involucrados, y el jinete está montado en un caballo de cría, incluso el perro en primer plano con tensión espera algo terrible del desierto de la noche.
El hecho de que Gauguin representó la noche, dice el azul del cielo: sordo, saturado y espeso. El cielo sin luna se alza sobre los héroes indefensos. Por cierto, la dispersión de personas en el lienzo hace un desequilibrio en la composición.
No hay detalles que los unan, el autor se perdió algo, dividiendo la trama en escenas separadas. En esta imagen hay un matiz más característico de la pintura de Gogenov: un despliegue plano de detalles aparentemente tridimensionales, así como la ausencia de sombras que los personajes deberían proyectar. Tal omisión de las técnicas pictóricas da a la imagen un carácter parroquial.
Sin embargo, este es el estilo de escritura de Gauguin, adivina y caracteriza su originalidad.