El período inicial de la creatividad está marcado por la fuerte influencia de K. Corot y G. Courbet. En la década de 1860 Sus paisajes, que no contradicen los cánones del arte oficial, fueron exhibidos varias veces en los salones. Pronto, después de haber superado la influencia de G. Courbet y de haber desarrollado su propio estilo, Pissarro se encuentra entre los marginados y cae en la profunda pobreza, incapaz de vender sus pinturas.
En momentos de desesperación, intenta romper con la pintura para siempre. Durante la guerra franco-prusiana, C. Pissarro fue a Londres, donde, junto con C. Monet, pintó los paisajes de Londres desde la vida. Mientras tanto, su casa en Louvienienne fue capturada por los prusianos y saqueada.
La mayoría de los cuadros restantes fueron destruidos allí: los soldados los usaron como delantales o los pusieron en el jardín bajo sus pies bajo la lluvia.