La pintura “En la escuela de gladiadores” fue escrita en 1927. La figura del filósofo en la imagen de la pared a la derecha se asemeja a su postura “El pensador” de Auguste Rodin. La composición en sí es muy simple.
En primer plano hay dos gladiadores en taparrabos. El luchador parado a la izquierda con un cuchillo en la mano derecha, se congeló como una estatua.
El segundo gladiador en su piel gris se asemeja a una estatua de una época completamente diferente, su rostro oculto bajo la máscara de plumas. Las figuras se transmiten en general, algo hiperbolizadas. Parecen ser habitantes congelados y petrificados del reino dormido.
Las poses fijas de los gladiadores son incluso algo exageradas.
El artista no representa personas, sino figuras hechas de papel maché o cera. El espacio cerrado es una metáfora artística de un anillo iluminado por reflectores. Y la luz en sí, molesta, antinatural, contribuye a una cierta “transferencia” de la escena antigua a la modernidad.