Fresco de Michelangelo Buonarroti que representa al profeta Zacarías. La pintura del techo de la Capilla Sixtina de la Catedral de San Pedro. Zacarías, sacerdote hebreo, profeta, padre de Juan el Bautista. El santo profeta Zacarías y la santa santa Isabel fueron los padres del santo profeta, precursor y bautista del Señor Juan.
Venían de la familia de Aarón: Santa Zacarías, el hijo de Barachia, era sacerdote en el templo de Jerusalén, y Santa Isabel era la hermana de Santa Ana, la madre de la Santísima Madre de Dios.
El momento y lugar del nacimiento del profeta Zacarías, en ausencia de instrucciones precisas en los libros de las Sagradas Escrituras, deben contentarse con suposiciones más o menos probables. Los investigadores están de acuerdo en que el profeta Zacarías nació en Babilonia poco antes de la emisión del decreto de Ciro y llegó a Jerusalén a una edad temprana. Al igual que Jeremías y Ezequiel, el profeta Zacarías pertenecía a la familia sacerdotal.
San Cirilo de Alejandría llama directamente a Zacarías “descendiente de sangre sacerdotal, es decir, de la tribu de Leví”.
Los libros de las Sagradas Escrituras no contienen información precisa y detallada sobre las circunstancias de la vida y obra del profeta Zacarías. Desde el libro de su nombre, así como desde los libros de Ezra y Nehemías, es posible determinar con suficiente claridad solo la personalidad del profeta y el tiempo de su vida y obra. La primera profecía registrada de Zacarías se remonta al segundo año de Darío Hisstasp.
El comienzo de la actividad profética de Zacarías según la Escritura se determina con bastante precisión; no hay absolutamente ninguna indicación en las Escrituras sobre el final de la misma, ni sobre el momento de la muerte del profeta y el lugar de su sepultura. El propósito y significado de escribir el libro de Zacarías es la intención del profeta del Antiguo Testamento de alentar a los constructores del templo y a todos los judíos en tiempos difíciles para que la comunidad sea restaurada después del cautiverio; al mismo tiempo
Para lograr estos objetivos, el profeta Zacarías describe el futuro Reino del Mesías y, en general, el destino glorioso del pueblo de Dios, como resultado de una larga lucha con el paganismo, después de repetidas caídas del propio pueblo elegido; Las acciones de la Providencia, que llevan al pueblo elegido a su propósito previsto, se expresarán en milagrosa asistencia a los hijos de Israel en la lucha contra el paganismo, por un lado, y en severos castigos por los pecados de ellos mismos, por el otro; además, los paganos sirven como un instrumento en las manos de Dios para el castigo de los hijos del pueblo de Dios, como en el pasado. La última de las profecías de Zacarías, que tiene una clara indicación del tiempo, se refiere al noveno mes del cuarto año de Darío.