En 1859, sucedió un acontecimiento feliz en la vida de William Morris: se casó con Jane Verdun. Inmediatamente después de la boda, ordenó al arquitecto Philip Webb un proyecto de la casa, destinado a convertirse en uno de los edificios más insólitos de su tiempo.
La construcción aún estaba en curso, y los amigos de Morris ya habían comenzado a trabajar en su decoración. La casa prometió convertirse en la mejor morada para un verdadero prerrafaelista. Edward Burne-Jones ha creado para él una serie de vitrales.
Y Dante Gabriel Rossetti escribió un tríptico. “El amor de Dante” era su panel central.
En los lados estaban el “Encuentro de Dante y Beatrice en Florencia” y “El encuentro de Dante con Beatrice en el Paraíso”. Lo que pasó con estos paneles, no lo sabemos. Tal vez Morris se vio obligado a venderlos para pagar sus deudas.
Con respecto al mismísimo “Amor de Dante”, los críticos de arte sugieren que Rossetti escribió aquí solo la cabeza, y todo lo demás es obra de sus asistentes.