La imagen de Teniers, creada a principios de la década de 1640, puede interpretarse como un dúo de amor de una joven campesina interpretando una canción y un joven tocando una pipa. Durante mucho tiempo, cantar y tocar música se consideraron símbolos de amor, como lo demuestra el lema del emblema “Amor docet Musicam”.
El grabado de este emblema, creado por Crispin de Pass, se generalizó a principios del siglo XVII. El emblema se hizo especialmente popular después de su publicación en el libro “Nucleus Emblematum” de Gabriel Rollenhagen, publicado en 1611 en Colonia.
En el emblema de la pieza central está Cupido con un laúd, representado en el contexto de un paisaje con edificios y una mujer tocando música y dos hombres. En la imagen del Hermitage, la escena se transfiere a la dirección del género y se presenta en términos cotidianos, donde no hay lugar para la figura de Cupido. Así, en Teniers el antiguo emblema ganó una interpretación realista.
Junto con esto, el joven tocando la pipa y la niña cantante personifican la alegoría de la Audiencia, así como el músico en la película “El flautista”.