En la imagen titulada “El deshielo” del autor F. A. Vasilyev, se abre ante nosotros un paisaje invernal. En el centro de la imagen está el borde de la carretera en el que se encuentra un hombre con un niño. El hombre se inclinó ligeramente hacia la chica para escuchar lo que estaba diciendo.
La niña está apuntando un bolígrafo delante de ella, tal vez quiera preguntarle algo a su padre. Ella señala a una bandada de cuervos que han volado por el camino, y está buscando algo con atención.
Se puede suponer que las migajas de pan podrían caer del trineo que acababa de pasar, y los cuervos decidieron darse un festín con ellas. En todas partes todavía hay nieve y la nieve se desplaza, pero ya aquí y allá comenzó a derretirse, lo que indica que la primavera vendrá pronto. En mojado, con los charcos de la carretera se pueden ver rastros del trineo recientemente aprobado. Cerca de la carretera hay una pequeña pila de troncos de árboles caídos. A la derecha de la gente hay un pequeño lago, que se ha descongelado casi por completo, solo que en algunos lugares han quedado largos carámbanos colgando sobre él.
Desde la nieve peep se secan ramas grises de arbustos.
En las profundidades de la imagen se encuentra una choza ucraniana, de cuya tubería proviene una delgada corriente de humo. Desde la distancia, parece que ella parecía haberse ahogado en la nieve. Detrás de la cabaña hay un bosque de abedules, y en el lado derecho hay un rellano.
Perennes abetos en plantación alineados, agitando sus largas copas. Sus ramas aún están un poco salpicadas de nieve, que no tuvieron tiempo de derretirse.
El cielo está completamente cubierto de nubes de nieve oscura, y parece que el calor nunca llega. Pero, la nieve derretida da esperanza.