Es muy difícil decir qué causó el “período azul” de la creatividad del gran maestro. Un niño de poco más de 20 años, Pablo Picasso, se vio inmerso en los dramáticos y trágicos pensamientos que expresó con su expresión característica en el lienzo.
Algunos investigadores creen que la causa de un estado de ánimo tan decadente es el suicidio del mejor amigo de Carlos Casagemos, el artista principiante. Junto con él, Picasso soñaba con conquistar y sacudir todo el mundo artístico, dibujando un futuro feliz. El reconocimiento de la gloria estaba destinado a ganar solo a Picasso.
Esta pérdida tuvo un tremendo impacto en Picasso y lo hundió en una depresión prolongada, de la cual solo un nuevo pasatiempo amoroso lo llevará años después.
Todas las obras de este período están unidas no solo por la unidad de los estados de ánimo sombríos y las imágenes que gritan, sino también por la paleta de colores y la técnica. Las obras están dominadas por los tonos azules, azules, negros y grises, y la forma es cercana al realismo, como nunca antes en la obra de Picasso.
“El desayuno de los ciegos” a primera vista es sorprendente en su desesperación. El héroe de la imagen es un joven ciego rodeado de objetos pequeños y pobres, que enfatizan aún más la tragedia de su posición.
Los acentos principales del lienzo se centran en los ojos y las manos del héroe. El autor no dibujó los ojos invisibles de un hombre joven; solo son depresiones oscuras, que demuestran de forma vívida y concisa la oscuridad en la que el hombre está inmerso por siempre. Además, la vista se traduce en dedos delgados y largos.
En una mano, el ciego sostiene una pequeña rebanada de pan, mientras que la segunda trata de tocar la jarra de barro con un toque.
La pobre mesa, en la que no hay nada más que un plato vacío y una jarra, responde con una persistente depresión en los corazones de la audiencia. La indefensión, la pobreza, el desaliento y, lo que es más importante, la soledad condenada son los principales motivos de la imagen.
La paleta azul crea un cierto ambiente distante y enfatiza aún más la palidez de la cara del héroe.
Hay aquellos historiadores e investigadores del arte que ven a este joven como el artista mismo. Cabe recordar que en el momento de escribir Picasso solo tenía 22 años. Vivía entonces en Barcelona y estaba en extrema necesidad.
Quizás, a través de la mirada ciega de un joven, el futuro maestro de fama mundial trató de mostrar sus experiencias y los pensamientos trágicos que matan al joven Picasso en esos años difíciles.