En 1925, a Pablo Picasso le gusta el surrealismo, la dirección de la pintura vanguardista, aunque no chocante. El surrealismo es la encarnación de la superrealidad, reuniendo lo incomparable, exponiendo lo emocional, creando una realidad irracional. Esta dirección dio un amplio campo para búsquedas y la oportunidad de utilizar los medios de expresividad más valientes.
No en vano, Picasso estaba fascinado por el surrealismo.
La trama de la obra “Danza” se inspiró en una visita al estreno del Ballet Diagilev en Monte Carlo, donde el artista viajó con su esposa.
Los críticos de arte todavía están debatiendo sobre esta famosa pintura. Algunos creen que el estado de ánimo expresivo-depresivo de la obra maestra está conectado con la vida personal de Picasso: su matrimonio con la bailarina rusa Olga Khokhlova se estaba dirigiendo rápidamente hacia su finalización. Otros ven esta imagen más profundamente, encontrando en los héroes de personas reales. Según algunos críticos, se representa un triángulo amoroso en el lienzo: Carlos Casagemos, Germain Gargallo y Ramon Piscaux.
Kasagemos es un héroe inesperado, debido a su prematura muerte hace 20 años, Picasso sufrió mucho, lo que marcó el comienzo de su “período azul”.
La razón del suicidio de Carlos fue el amor no correspondido de Germain, quien más tarde se convirtió en la esposa de Pisho. Cuando Picasso trabajó en la foto, recibió la noticia de la muerte de Ramon. Aquí hay un triángulo tan trágico y trágico que resultó ser un gran maestro.
La imagen es notable por su especial plasticidad de líneas y expresividad, que se materializa en una emocionalidad desenfrenada.