Una historia mitológica bastante conocida sobre la unión de Cupido y la niña mortal Psyche, que más tarde recibió la inmortalidad de los dioses. Procedentes de dar, los padres de la niña le pidieron a Amur que se casara con ella, pero su belleza lo fascinó y decidió casarse con ella él mismo.
Llevándola al hermoso y fabuloso castillo, la visitó solo por la noche, en total oscuridad, para no mostrar su rostro y su verdadero origen. Sin embargo, las envidiosas hermanas todo el tiempo la empujaron por cualquier medio a mirar a su esposa y asegurarse de que él fuera un joven rubio rubio, y que el terrible monstruo se convirtiera en una serpiente terrible.
La niña se rindió a la persuasión y vio un truco en la cara de su amado esposo, pero Cupido se molestó por el incidente y dejó a su esposa para llorar sola en el castillo. Psyche buscó por mucho tiempo una forma de disculparse con su marido, hasta que conoció a la diosa Venus. Venus no quería continuar esta unión entre Dios y la mujer, y por lo tanto decidió matar a Psyche por engaño.
En su composición, Van Dyke decidió retratar el momento en que Psyche, después de una larga separación, se encuentra con su querido Cupido. Cupido es representado como un joven rubio desnudo, con un hermoso cuerpo del dios Olimpo. Alas de ángel blancas como la nieve crecen de su espalda.
Cupido vuela hacia su amada, tocando su hermoso rostro con sus manos. Psique se representa en un largo sueño, y junto al don desplegado de Venus. Sus vestiduras de rojo y azul son utilizadas simbólicamente por el autor para distinguir entre masculino y femenino.
Son los elementos más brillantes de la imagen, mientras que el fondo es muy monótono.
Los árboles oscuros, que no son particularmente detallados, están hechos en tonos marrón dorado, que están en buena armonía con los colores de la tierra de las piedras y las nubes, sin prestar demasiada atención a sí mismos.