Encuentra una explicación al hecho de que en muchas de las obras de Chagall sus personajes se elevan, flotando en el aire, ningún crítico lo buscó. Se convirtió en una peculiar marca de estilo, un rasgo distintivo del pintor. La imagen “Cumpleaños” también nos muestra a dos personas voladoras que, sin duda, están enamoradas.
En el pequeño espacio de la sala, los jóvenes parecen no tener suficiente espacio; se elevan por encima de la realidad, por lo que la habitación parece aún más pequeña. El elemento más significativo en el trabajo es la figura de un hombre, extrañamente curvado, que se extiende hasta sus queridos labios. La extraña manera de escribir, algo ridículo y al mismo tiempo un estilo inusualmente armonioso, te hace mirar de cerca los detalles de la imagen y encontrar cada segundo algo notable: una alfombra inusual sobre la cama con diseños elegantes, una pared blanca, salpicada de apagones, un vestido iridiscente con textura de la niña, que termina con un afilado Un collar geométrico, piso rojo brillante, un entorno modesto en el que se ocultan formas geométricas y mucho más.
La pintura fue pintada en 1915, en ese período feliz cuando la amada Bella se convirtió en la esposa de Chagall. Sin lugar a dudas, en este trabajo se retrata a sí mismo y a su amado: su felicidad les hace abandonar el suelo.