El artista romano, representante del manierismo, Federico Zukkari convirtió su imagen en una iconografía bastante rara: Lamentando a los ángeles retirados de la cruz del Salvador. En la cueva donde se llevará a cabo el entierro de Jesús, los ángeles lo rodean con antorchas en sus manos.
Uno de ellos, alzando sus ojos al cielo, sostiene Su cuerpo, en cuya imagen el artista se inspiró en el arte de Michelangelo Buonarroti. El poderoso torso de Cristo en Dzukkari se remonta a las pinturas de la Capilla Sixtina, y su postura y su cuerpo pesado se parecen al último trabajo de Miguel Ángel: el grupo escultórico “Piet Rondanini”.
Sin embargo, en las figuras alargadas de los ángeles, algunos colores artificiales de las túnicas, las líneas infinitas y flexibles y la belleza deliberada de toda la figura, el pincel del manierista es visible. El pintor colocó la escena en la luz brillante de las antorchas, acelerando la oscuridad de la cueva, mejorando así el efecto de un evento inusual que ocurre en la imagen.