Los últimos años de la vida de Levitan fueron una transición de la imagen de paisajes ricos y coloridos que llenan el calor y la luz del sol, a pinturas de atardeceres más tranquilos y pacíficos. En ellos, el autor trató de mostrar el momento de la puesta del sol, para mostrar la belleza del crepúsculo, su encanto misterioso.
Fue una imagen llamada “Crepúsculo, pilas”, que absorbió estas características, fue escrita por Levitan en 1899, su simplicidad simplemente sorprende a sus admiradores. Todo es tan simple y realista que uno tiene la impresión de que esto no es un lienzo, sino realmente un crepúsculo, que podemos observar desde la ventana de nuestra habitación en una casa en el pueblo.
La imagen muestra un campo cortado con pajares, una distancia azul, el suelo cubierto de niebla, que se extiende gradualmente entre los campos de heno. El cielo en el borde del horizonte se representa en azul, pero poco a poco se va oscureciendo, lo que demuestra que se acerca la noche. La parte superior del cielo es de color dorado, que refleja los últimos rayos del sol visibles sobre el borde de la oscuridad que se aproxima.
La puesta de sol, las pilas parecen congelarse antes de la noche, llega un momento de calma y magia del crepúsculo, un período en el que se encuentran día y noche. En este momento, el artista pudo atrapar y capturar, quien no solo transmitió la precisión de este momento, sino que también puso su corazón en ello.
Los admiradores más famosos del autor calificaron esta imagen de forma tan realista que no es necesario agregar nada. Esta es una verdadera obra maestra de los últimos años de Levitan.
Gracias a los tonos de color bien elegidos, el creador pudo transmitir toda la naturalidad del momento representado, como si lo hubiera fotografiado en su alma y lo hubiera transferido al papel.