“La corona con una corona de espinas” fue escrita por un artista aún joven de dieciocho años, pero, sin embargo, es notable por su gran dominio del rendimiento. En escritos religiosos, Van Dijk busca diligentemente soluciones de composición exactas que le permitan combinar la corporalidad material con la expresión restringida de las imágenes.
La pintura representa a Cristo rodeado por sus verdugos. La figura de cintura alta del Salvador sufriente se destaca con luz. La parte inferior de su cuerpo está cubierta con un impermeable azul oscuro, que sombrea un hermoso torso poderoso y las manos atadas a las rodillas. Cabeza atormentada apoyada en el hombro.
Boin, encadenado en listones, con una mueca terrible en su rostro tratando de poner una corona de espinas. Detrás de él, la figura de un anciano apoyado en una alabarda con una expresión de duda en su rostro se puso tenso. La atención de todos los participantes en esta escena se centra en Cristo.
A la izquierda de Cristo hay un guardia semidesnudo, que está arrodillado sobre una rodilla, y un hombre de rojo que está observando lo que está sucediendo y que quiere decir algo con el gesto de su mano. Detrás del hombro derecho del Salvador hay una figura en un chitón azul. La expresión en la cara de este personaje no augura nada bueno; el perro a sus pies ladra furioso a Cristo. Detrás de la celosía, las caras de los curiosos son visibles…
Todo, tanto las caras de los verdugos, la textura de las telas y el brillo de la armadura, está escrito con gran habilidad.