El principal pintor español de finales del siglo XVIII, principios del siglo XIX, Francisco de Goya, se distinguió por el grabado, grabado, creación de tapices y pinturas, convirtiéndose en el principal artista de la corte real de Carlos IV. A pesar del patrocinio de Carlos, Goya nunca fue un monárquico acérrimo.
A menudo se dice que El Greco era un artista de la iglesia, Velásquez era un artista de la corte real y Goya era un pintor de la gente. Además, sus motivos de vanguardia convierten a los maestros en uno de los primeros artistas contemporáneos de Europa, que inspiraron a muchos modernistas, así como a maestros famosos, en particular a Monet y Picasso. Los retratos pintados ayudaron a Goya a alcanzar la posición más alta disponible para el artista de la corte.
En 1793, la paranoia y otros problemas de salud hacen al artista sordo y propenso a los estados de ánimo decadentes, lo que se traduce en la creación de una serie de obras llenas de oscuro romanticismo.
Colossus, una de las mejores obras maestras no solo de Goya, sino toda la historia de la pintura, así como uno de los mejores ejemplos de la imaginación romántica del maestro. Contra el cielo, con su espalda desnuda al espectador, se encuentra un hombre enorme. Es oscuro, barbudo y desarrollado físicamente, y sus puños se levantan de una manera amenazadora.
Parece que el hombre se va. Las colinas, ubicadas al nivel de las caderas, dan una idea de cuán masiva es la figura representada. Para este propósito, también se representan nubes que simplemente se envuelven alrededor de la pelvis.
Los ojos cubiertos del gigante, lo más probable, simbolizan la idea de la violencia ciega.
Entre el espectador y el coloso se encuentra un amplio valle, que es un lugar de vuelo masivo de pánico. Las personas con carros llenos y ganado enjaezado se alejan de la enorme figura en el horizonte. La tensión adicional en el primer plano es creada por la manada de toros corriendo. Vale la pena observar la confusa mula gris que está a la izquierda de ellos.
Algunos expertos creen que el animal simboliza una mala interpretación de los horrores de la guerra.
Es extraño, pero no hay justificación para creer que el gigante ha causado daño a nadie. Sin embargo, el espectador no necesita saber esto para justificar el vuelo de las personas asustadas.
La técnica utilizada por Goya en “Colosse” es similar a la utilizada en la serie de frescos en las paredes de su casa; sin embargo, los historiadores del arte han refutado la suposición de que la obra forma parte de una serie, a pesar de la prevalencia de colores característicos y una iluminación de construcción única.
La principal fuente de inspiración fue el poema “Profecía de los Pirineos” de Juan Bautista Arriaz. Los poemas representan a los españoles como un gigante que salió de los Pirineos para repeler a Napoleón. Además, un análisis cuidadoso de la imagen del gigante mostró que esta figura es similar a la de Hércules, pintada por Francisco de Zurbarano.
En junio de 2008, el jefe del Museo del Prado tuvo la impresión de que el Coloso no era obra de Goya. Largas disputas y procedimientos han refutado este supuesto.