Pintura de Claude Monet “Chicas, flotando en un bote en el río Ept” está dedicada a la escena de la vida del gran maestro, la época en que vivió en Normandía con Alicia, la segunda esposa y sus hijos. En la obra y el nombre en sí hay un río, en la orilla del cual se encuentra la ciudad provincial de Normandía, Giverny, el pueblo en el que vivió el artista desde 1983. Este rio Monet dedicó mucho trabajo.
Fueron uno de los últimos en su trabajo y personificaron a los jóvenes descoloridos, la transición de la madurez y la revuelta de las emociones del artista para apaciguar la vejez y cambiar el estilo de vida.
Sobre la imagen en sí, puedes decir lo siguiente. Está escrito en la técnica impresionista habitual y está lleno de trazos. No tiene una saturación de pequeños acentos, y grandes parches de planos y personajes principales se suman a un trío exitoso. Gracias a la escala de los remos y la densidad de las olas, es posible juzgar sobre el flujo rápido del río, sobre la quietud, sobre la monotonía del follaje y los tejidos inmovilizados.
El homenaje a la moda de la segunda mitad del siglo XIX: sombreros de paja y una sencilla silueta de vestidos fueron transferidos por el artista con audacia, con colores puros de blanco y ocre.
A pesar del frío contraste de las plantas, la imagen resultó ser cálida, tanto en la trama como en el color. Entremezclado con trazos púrpuras en las ondulaciones del agua, se une el bote de zanahoria en una sola paleta con el resto de los colores, por lo que no se “corta” el vaso del lienzo. Aunque podemos decir con confianza que el bote y el remo rojo son los primeros en golpear.
La pintura brillante del árbol habla de la novedad del recipiente, transmitiendo el olor de un barco recién pintado en algún lugar de la imaginación.
La densidad de kraplak y hollín de carbón habla de la hora del día. Aparentemente, por lo tanto, el autor no agregó un reflejo de luz, reflejos en el agua de un par flotante y el resplandor del sol. La técnica de Monet es de sorprendente inconsistencia.
Y aquí, los trazos grasientos se entremezclan con trazos finos y suaves, una superficie lisa de aceite y unos talones redondos de vegetación. La textura diversificada revive la imagen. La diferencia en la dirección de los trazos afectará el movimiento de la trama.
La pureza franca de la paleta traiciona el valor del autor y su honestidad hacia sí mismo, sin romper su propia percepción de la realidad.