La pintura “Street in Auvers” fue escrita en 1890 y actualmente se encuentra almacenada en los fondos de la colección del Athenaeum Art Museum en Helsinki.
La pintura representa el paisaje de la calle francesa en Auvers. Este paisaje tiene un fuerte impacto emocional. Y, al parecer, no hay nada inusual en la solución compositiva del lienzo.
La máxima originalidad del lienzo radica en la forma en que se encarna la idea artística principal.
La imagen se caracteriza por contrastes, marcadas distinciones de color y, además, un contorno brillante, intenso, abierto, prácticamente sin semitonos y tonos, colores.
Parece que las pinceladas se aplican de forma casual, bruscamente, pronto. Este fenómeno, a su vez, crea una sensación de dinámica incesante del golpe, la modificación de las imágenes, la emoción de las siluetas.
Los colores de contraste en la imagen son rojo, verde, blanco, azul y negro contorno.
El cielo se deletrea como si fuera por tirones, y ni siquiera se traza, pero apenas se indica. Sin embargo, la dinámica del trazo, con el que se dibuja el cielo, establece la emoción de la emoción, el movimiento continuo del aire y las nubes.
Algunas imágenes más decorativas y detalladas de casas y caminos se ven. La imagen extremadamente realista es rechazada por el artista, busca transmitir algo más que un reparto de la realidad. Él está interesado en la vida misma, las formas de vida como tales, sean lo que sean. Bajo el pincel del artista, el mundo a su alrededor se transforma, cambia por completo o se divide en partículas desiguales, contrastando y entrando en un color o contradicción compositiva.
El uso del método de contraste, aparentemente, pretende reflejar esta contradicción, que forma la base del trabajo y sirve como la principal tarea artística. Y, tal vez, esta contradicción, en primer lugar, vivió en el propio artista, intensificando y desestructurando gradualmente no solo su depósito mental, sino también en parte aquellas obras que él, superando en todos los aspectos a menudo su grave condición, creó, a pesar de todo, la confianza. Sólo la vida y sus formas tan bellas y tan engañosas. En la vida del propio Van Gogh, las imágenes de dolor, tristeza y malentendidos prevalecieron cada vez más.
Vincent Van Gogh murió como un genio no reconocido, pero a pesar de esto, siempre fue el título del gran artista de su tiempo.