Mientras estaba en el hospital, Van Gogh intentó dibujar lo más posible. Hizo copias de obras de otros artistas, representó los interiores del hospital, pero el jardín del hospital fue la mayor fuente de inspiración para él. Con el inicio del otoño, el jardín se volvió inusualmente hermoso, y Van Gogh escribió el boceto para el boceto.
El otoño fue la estación más favorita del año, la artista la trató con gran inquietud.
En esta obra, el jardín está representado desde un punto de vista bastante alto. Es por eso que los árboles se ven como si estuvieran recortados por los bordes inferior y superior del lienzo. Esta técnica solo te permite enfocarte en el centro semántico principal de la imagen: el camino con una persona que camina silenciosamente por ella.
Su figura se encogió un poco y se encorvó, y esto acentúa aún más el triste estado de ánimo del paisaje otoñal. Pero esta tristeza es ligera y tranquila, está llena de paz tranquila. El cielo gris se refleja en los caminos húmedos, el viento arranca las hojas, pero esto no impide que el artista admire la naturaleza, encontrando en cada una de sus manifestaciones algo hermoso.
La imagen está hecha en colores cálidos y limpios. Es un boceto, que quedó parcialmente inacabado. En algunos lugares puedes ver áreas descubiertas de lienzo.
Los detalles del paisaje permanecieron sin procesar y sin dibujar, y esto le da a la imagen un parecido con el dibujo de un niño.