El anuncio fue inventado por los antiguos romanos: se encontraron letreros encontrados durante las excavaciones de ciudades destruidas. Sin embargo, la publicidad en la forma en que existe hasta el día de hoy, apareció solo en el siglo XIX.
La revolución técnica condujo al hecho de que muchos productos comenzaron a producirse en el mundo, y el progreso técnico hizo posible imprimir cualquier imagen en color en grandes cantidades de forma rápida y económica. Así nació la industria de la publicidad.
El primero en usar imágenes de artistas famosos con fines publicitarios se presentó con el jefe de la empresa de jabón “Pierce”, y tomó para este trabajo las “burbujas de jabón” de Milles. La idea fue rápidamente captada por otros fabricantes, incluido William Lever, quien comenzó a comprar intencionalmente los lienzos que le gustaban y los convirtió en publicidad para sus productos.