En la imagen vemos un rincón de un bosque de pinos inundado por el sol de verano. Los senderos de arena blanqueados por la luz del sol indican que el mar es muy probable que esté cerca. Todo el cuadro está lleno de olor a pino, especial alegría de coníferas y silencio.
Nada viola el bosque descansa por la mañana.
Aparentemente, tenemos uno de los suburbios de la dacha de San Petersburgo, donde el artista a menudo encontraba escenas para sus obras. Y ahora, caminando por un bosque en una mañana de verano, el cruce de caminos de arena atrajo la atención del maestro. Docenas de tonos de verde, musgos azulados, un poco deslumbrado de arena amarilla cubierta por deslumbrante arena…
Toda la paleta de colores naturales no podía dejar indiferente a Shishkin.
Mirando la imagen, empiezas a recordar el espíritu del pino, en los oídos apenas puedes escuchar el ruido del fresco mar Báltico. Tranquilo, cálido, fragante. Serenidad de verano…
Al igual que cualquier otro trabajo de Shishkin, la pintura “Bosque de pinos” destaca por su autenticidad, su actitud pedante ante los detalles más pequeños, la realidad de la trama y la belleza sin forma.