
En esta imagen, el artista derrama su amor por su tierra natal. Ella: vívida evidencia de por qué Shishkin llamó al “rey del bosque”.
En el primer plano hay un claro del bosque, desde el cual las masas de bosque se diseminan gradualmente. El verde claro de la hierba contrasta con el verde oscuro del follaje y las agujas y el gris claro del cielo cubierto de nubes. En el fondo se representa un pequeño cuerpo de agua en forma de un punto brillante.
Este inesperado punto culminante de la luz le da un acento inusual a la trama del paisaje habitual, convirtiéndolo en un fabuloso panorama de encanto.
La naturaleza rusa intacta aparece con todo el lirismo y la pacificación. El espectador en primer plano se siente atraído por un solitario pino de pie, extrañamente estirado hacia arriba en un espacio vacío. Típicamente, las formas no convencionales de las ramas son características de los árboles que crecen en la aglomeración.
Desde ella, en el plano medio, de derecha a izquierda, hay una franja de árboles, que aumenta gradualmente en altura. Esta composición inusual da a la imagen un cierto grado de realismo.
El bosque en el fondo no parece estar unido. Este efecto lo logra el artista mediante el uso de la técnica ahora perdida de “valer”, es decir, la capacidad de pintar una imagen con los más finos matices de color, luz y sombra. Shishkin es considerado el “rey de Valera”, en virtud de su posesión de un sutil sentido de cercanía a la naturaleza y un sentido casi de joyería del entorno de la luz y el aire.
Caminar en el bosque – Ivan Shishkin
Atalaya en el bosque – Ivan Shishkin
Desierto del bosque – Ivan Shishkin
Bosque de pinos – Ivan Shishkin
Burelom (bosque de vologda).Árboles derribados por el viento – Ivan Shishkin
Bosque en la primavera – Ivan Shishkin
Bosque de pinosBosque de mástil en la provincia de Vyatka – Ivan Shishkin
Invierno en el bosque (escarcha) – Ivan Shishkin