Este es uno de los bodegones pintados por Van Gogh durante su estancia en el hospital. Al no poder salir, el artista, además de las copias de pinturas de antiguos maestros e interiores de hospitales, escribió varios ramos de flores, entre los que se encontraban rosas y lirios.
Esta imagen se distingue por una composición bien pensada, claridad de contornos, armonía colorista. Aparentemente, el deseo del autor de “controlarse a sí mismo”, de organizar sus pensamientos y emociones a través del autocontrol, tuvo un efecto.
Habiendo marcado la superficie de la mesa con una franja estrecha de color verde, el artista coloca un jarrón con un enorme ramo justo en el centro del lienzo. Las manchas azules de los lirios se distribuyen armoniosamente en la parte superior de la web en grupos de diferentes tamaños. En la imagen no hay lugares vacíos, todo el espacio está lleno de elementos de la composición.
La coloración de la imagen se basa en una combinación de tonos pastel claros de un rango frío. Sobre el fondo de color lila suave destaca un florero blanco-azul. Ligeramente tocados por las flores marchitas de los iris, se escriben usando una combinación suave de flores ultramarinas, blancas y rosadas, y las hojas afiladas hacen eco en la superficie de la mesa.
Van Gogh no modela la forma de la luz y la sombra, seleccionando un relleno sólido de planos grandes y delineando objetos con un contorno claro y delgado. Esta técnica es prestada por el artista de los maestros de las impresiones japonesas. Su trabajo lo atrajo con su precisión, rapidez, facilidad de ejecución y claridad de los sentimientos expresados.