Muchos conocen a Ivan Yakovlevich Bilibin precisamente por sus ilustraciones de cuentos de hadas rusos. Una de esas ilustraciones famosas es su “Baba Yaga” para el cuento de hadas “Vasilisa la Bella”.
En la ilustración vemos a Babu Yaga volando en una estupa. En una mano ella ha moteado para raspar el grano, y en la otra escoba, las barre en el horno antes de hornear pan. Ella los balancea, dando a la estupa una gran velocidad.
Esto se puede ver en su pelo despeinado. La cara de Baba Yaga es muy malvada, sus manos son largas y toda su imagen genera temor. Ella se sienta en su llamado avión, con las piernas encogidas.
Su vestido verde está fuera de la estupa, y las mangas de la camisa rosa están enrolladas sobre los codos, haciendo que sus brazos parezcan más largos. A su alrededor hay un bosque oscuro.
Todos los árboles se marchitan por la falta de luz solar, y en el suelo, por la presencia de Baba Yaga, aparecen hongos. Este es el lugar perfecto para que ella viva. Es muy posible que la abuela vaya a su choza con patas de pollo.
El autor ha seleccionado los colores apropiados. Predomina el color principalmente verde de diferentes tonos. Y aunque la imagen es fabulosa, pero la oscuridad, la oscuridad y el miedo están menos presentes. La vista de Baba Yaga induce miedo y malestar.
Así, la autora muestra que es un personaje negativo.