En los últimos años de su vida, Poussin rechaza el arte intelectual frío y vuelve a las raíces. Escribe una serie de paisajes y varios autorretratos, que los coleccionistas le encargan. “Autorretrato”, escrito por Shantelu, el patrón del artista, se caracteriza por una postura muy tranquila y sostenida en un esquema de color muy sobrio.
Desde el espacio oscuro del lienzo, un anciano nos mira, cuya mirada penetrante y la pose misma hablan de su poder y sentido de autoestima. El retrato tiene un significado alegórico: en el fondo hay una mujer con un “tercer ojo”: el emblema de la vista. Ella expresa la pintura. Uno puede ver dos manos queriendo abrazar a una mujer, esto debe significar un amor por la pintura.
Lienzo comprado para la colección del Louvre en 1797.