
Expresión vívida ejecutada en el último autorretrato del artista. Por la profundidad de los sentimientos expresados, por el modelado seguro de la cabeza, no se puede decir que este trabajo fue escrito por una persona gravemente enferma.
Pero las dificultades y los sufrimientos se manifiestan en algún tipo de vigilancia, leyendo atentamente la cara, en la que aparece algo de Rembrandt. Y en el siguiente 1939, Korovin murió repentinamente en la calle de un ataque al corazón.
Rosas y violetas – Konstantin Korovin
Invierno en Laponia – Konstantin Korovin
En el barco – Konstantin Korovin
Retrato de Chaliapin – Konstantin Korovin
Bastille – Konstantin Korovin
Rosas – Konstantin Korovin
Primavera – Konstantin Korovin
CrimeaGurzuf – Konstantin Korovin