Nuevas tareas requerían nuevas formas de arte. En contraste con el clasicismo, donde el dibujo y el contorno fueron los principales, y el color y la iluminación jugaron un papel menor, apareció un complejo juego de luces y sombras, reflejos nítidos y efectos de color ruidosos.
Ya en la temprana “Autorretrato con cepillos detrás de la oreja”, lo principal era transmitir el estado del estrés del asistente en el proceso. El blanco de los ojos brilla, la boca está fuertemente comprimida, los puntos brillantes de luz en una cara muy oscura – ¡todo es inusual y nuevo!