Pintura del artista holandés Jan Vermeer Delft “Astrónomo”. Tamaño de la pintura 50 x 45 cm, óleo sobre lienzo. En 1668-1669, una persona desconocida a la edad de aproximadamente treinta y cinco años posó para dos pinturas de Vermeer, revelando la imagen de un científico, un trabajador de la ciencia. Al mismo tiempo, el futuro científico famoso e inventor del microscopio Anthony van Leeuwenhoek, que era aficionado a la molienda de vidrios y la creación de lentes, recibió el puesto de topógrafo de la ciudad de Delft.
Es posible que fuera Leeuwenhoek, ya que un nativo de Delft y fundador de la microscopía científica, podría posar para estas pinturas de Vermeer como científico.
Hoy en día, estas pinturas se llaman “Astrónomo” y “Geógrafo”, aunque no siempre llevaban estos nombres. En 1713, se vendieron en una subasta como “Obra que muestra las matemáticas, el artista Van der Meer” y “similares”. Unos años más tarde aparecieron en la subasta bajo el nombre de “Astrólogo” y “Me gusta”.
No hay duda de que Vermeer describió a un hombre que se dedicó a la investigación científica. El astrónomo está representado sin un telescopio, pero su mano toca el globo terráqueo de la esfera celeste. Hay una docena de libros en el armario, una mesa con tres círculos, uno grande y dos pequeños, tal vez esta es una tabla para cálculos, pero la tarea actualmente es vaga.
Libros, mapas, astrolabios, brújulas son atributos integrales del científico de esos años. Las imágenes llevan un cierto espíritu de estilización, con vestimentas indispensables, un contraste dramático de iluminación, pero Vermeer pintó esta imagen de manera tan precisa que, según la ilustración del libro, que se encuentra frente al astrónomo, los investigadores pudieron identificarla. Esta es la segunda edición del tratado de 1621 “Sobre el estudio y la observación de las estrellas” por Adrian Mettius.
El libro está abierto en la página 111, que dice que no solo es necesario el conocimiento de la geometría, el uso de herramientas mecánicas, sino también la “inspiración de Dios” para estudiar las estrellas.
En general, la imagen es un compromiso entre los deseos del cliente y las ideas del artista. Lo más probable es que Vermeer haya tomado prestados algunos de los objetos mostrados: una brújula y un cuadrado especial para medir la altura de los objetos o el ángulo del sol de pie.