Dios decidió castigar a las personas por sus pecados, por sus atrocidades, por romper los mandamientos de Dios… Y planeaba poner en el suelo mucha agua, tan grande que todos los que viven en la tierra morirían en tormento. Pero entre los malvados permanecían los fieles: Noé y su familia, no debían morir.
Para ser salvado de la inundación, Noé debe construir un arca enorme. Bajo la guía de Dios, Noé y sus hijos construyeron un arca grande y duradera con troncos y tablas. El Señor mandó llevar al arca animales, aves y reptiles, todos en parejas, machos y hembras. Cuando se construyó el arca, Dios comenzó a verter agua cuarenta días y noches.
Toda la vida en la tierra murió, solo Noé sobrevivió con la familia y los animales.
Cuando el agua dejó de verter, el arca se detuvo en las montañas de Ararat. Noah soltó una paloma, y él regresó con una hoja de olivo. Así que el agua está dormida. Después de permanecer muchos días en el arca, toda la familia con animales salió a tierra firme.
Y Dios ordenó a todos que se dispersaran en la tierra, que fueran fructíferos y se multiplicaran. El artista describió el momento en que una paloma voló hacia el arca y todos dirigieron su atención hacia él con esperanza.