“Apolo y Diana” – una imagen sobre temas mitológicos. Apolo, en la mitología griega, el hijo de Zeus y los Titanides Latona, el hermano gemelo de la diosa virgen de la caza, Diana. Se le consideraba un dios de las corrientes, adivino, un patrón luminoso de las artes.
Diana, la bella hermana de Apolo, era la diosa de la luna y la caza. En las obras de arte, generalmente la retratan como una hermosa niña vestida con ropa corta de un cazador, con un arco en la mano y un carcaj lleno de flechas, de lado y con una media luna en su cabeza orgullosamente plantada. A menudo, cerca de la diosa retratada doe.
La trama de esta imagen sirvió como un antiguo mito griego. Niobe, la esposa del rey de Tebas, tuvo siete hijos y siete hijas. Estaba llena de orgullo y llegó al punto en el que prohibió a su gente adorar a Apolo y Diana, e incluso les ordenó que arrojaran sus estatuas de sus pedestales y las rompieran en todo su reino.
Ella también ofendió a su diosa madre Latona y no quiso ofrecer sus sacrificios.
Entonces el enojado Apolo y Diana partieron. Apolo, viendo que los siete hijos de Niobe estaban cazando en el bosque, los mató con sus flechas, que nunca volaron más allá del objetivo.
El rey de Tebas Amphion no pudo soportar la pérdida de sus hijos y le perforó el pecho con una espada afilada. Nybora llora por sus cadáveres y exclama: “¡Alégrate, cruel Latona! Tengo, lamentablemente, aún más niños de los que tú tienes feliz”.
Solo Nioba se quedó en silencio, cuando sonó la cuerda del arco de Diana, las flechas volaron y todas las hijas cayeron… Nioba está de pie, rodeada por los cuerpos de sus hijos, hijas y esposo. Estaba adormecida por el dolor.
El viento no sacude su cabello, sus ojos no brillan con vida, solo lágrimas fluyen de ellos.
Petrified Niobe y un tormentoso torbellino la llevaron a casa a Lydia. Allí, en lo alto del monte Sipile, está Niobe, convertido en piedra, y siempre derramando lágrimas. Una leyenda tan triste.
La pintura “Apolo y Diana” representa el momento en que Apolo dispara flechas. Los rostros de los dioses son completamente impasibles, han vengado cruelmente a la mujer mortal.