Una de sus obras más famosas, The Horsewoman, fue escrita por Karl Bryullov a petición de la condesa Julia Samoilova en 1832. El apellido Samoilov se puede ver incluso en el collar de un perro. Al principio, el lienzo se exhibía en Milán, luego estaba en la colección de la condesa.
Y en 1896 el lienzo fue comprado por la Galería Tretyakov.
Mucha confusión salió con la definición de las personalidades de las personas representadas en la imagen. Al principio, pensaron que la imagen mostraba a la condesa Yulia Samoilova, pero luego los investigadores demostraron que Bryullov retrató a dos alumnos de la condesa: Jovanine y Amalicia Pacini. El nombre original de la imagen – “Jovanin en un caballo”.
Un dato interesante: a partir de esta imagen en Italia se crearon muchos grabados, pero allí se les considera un retrato de un famoso cantante italiano: Malibran.
En la pintura, Bryullov describió una escena de equitación: Jovanin regresa a casa y monta su caballo en un alto porche, donde su hermanastra, Amalicia, saluda con una mirada entusiasta. El movimiento llena todas las figuras representadas en la imagen: el caballo, calentado por un paseo, golpea el casco, el perro, regocijándose con el regreso de la anfitriona, arroja al caballo debajo del casco.
La alegría de reunirse después de una breve separación: este es el estado de ánimo principal que llena esta imagen. El espectador, como si se sumerge en esta atmósfera de alegría y vana expectativa.