En su pintura “Amanecer”, el artista describe una cálida mañana de verano. En primer plano, un pequeño riachuelo silencioso, que oculta su comienzo en la vegetación salvaje de hierbas. La orilla limosa del río está enmarcada por raras raras y plantas.
La tierra está húmeda, parece que ha llovido recientemente.
Entonces se abre una amplia pradera verde. La naturaleza cobra vida y despierta después de una noche de descanso. Ya en algunos lugares penetrados por los rayos del sol, iluminan los árboles y el río, haciendo que sus aguas se derrumben en muchas chispas diminutas. Árboles, llamativa pompa de follaje, como si tocaran las cimas del cielo.
Todo se congeló. Incluso el viento no se atreve a romper este silencio mágico de la naturaleza.
En la distancia se encuentran majestuosas montañas. Y si miras las profundidades de la imagen, puedes ver el borde del bosque, escondido detrás de la bruma grisácea de la niebla de la mañana. Los árboles en la niebla parecen ser fantasmas, como si esto fuera un espejismo que, si te acercas, se derretirá de inmediato.
El cielo antes del amanecer con nubes de color azul rosado claro sobre un fondo blanco complementa todo el paisaje. El artista con precisión fotográfica representó todos los elementos de la imagen. Cada pincelada refleja la delicada huella de los sentimientos del autor.
Mirando la foto, quiero respirar profundamente este aire limpio de la madrugada, mezclado con el olor de la hierba fresca y el aroma de las flores del prado. Quiero recostarme en algún lugar entre la vegetación y mirar al cielo durante mucho tiempo, entrecerrando los ojos ante los brillantes rayos del sol naciente, encontrándome con el amanecer.