Pavel Nikonov, junto con Viktor Popkov, entregaron sus trabajos a la trágica situación de la aldea rusa en la era de su existencia de granja colectiva. Pero su visión de los desastres campesinos no se expresó en ningún atributo socio-político o temporal específico.
En la década de 1960, un fenómeno artístico extremadamente importante, el tiempo “separado”, se formó en las profundidades del arte soviético. Los lienzos representan un punto en el tiempo indefinido, que no tiene una apariencia clara, pero está lleno de contenido emocional, con técnicas especiales que ponen en marcha imágenes pintorescas. ¿Qué época es la trama del lienzo? A la pre-mongol rus? ¿Para el siglo XVII? ¿A la era de la abolición de la servidumbre? ¿Por la colectivización estalinista o el deshielo de Khrushchev?
El drama de la imagen no se corresponde con una situación específica: resume el tiempo que transcurre eternamente, hasta lo ineludiblemente existente, que conecta la vida con la vida, lo que requiere la paciencia estoica de una persona.