En 1774, Goya comenzó a trabajar en la manufactura real de tapices: el pintor pinta cartón, que actúa como un boceto para el futuro tapiz.
La pintura “El silencio del hombre muerto” se refiere a esta serie de obras escritas en cartón. Al principio, al joven artista se le encomendaron solo bocetos de escenas de caza o pesca, pero con la aprobación del rey Goya comenzó a crear parcelas a partir de la vida cotidiana de los españoles. Hoy puede sorprender a alguien que una vez que el artista eligió la trama del juego para un nuevo boceto, pero a los contemporáneos del maestro les gustó mucho esta diversión, encontrándola divertida y entretenida.
Como vemos en la imagen, los aristócratas no se mostraron tímidos con respecto a este pasatiempo: todos los participantes del círculo de baile usan ropa costosa, lo que indica su alto origen. El tapiz de Goya fue diseñado para decorar la habitación de la infanta en el palacio de El Prado, y su solución artística apunta al estilo rococó popular en ese momento.
Goya ha dedicado 18 de su vida a la fábrica y durante este tiempo ha creado más de 60 pinturas para tapices. Algunos de estos notables tapices se han conservado y ahora se encuentran en el castillo de Escorial, cerca de Madrid, mientras que los cartones pintados han encontrado su merecido lugar en el Museo del Prado.