Pintura “Acorazado en el puerto de Nápoles” o “Puerto napolitano”. Las primeras obras pictóricas y gráficas del artista combinan impresiones alpinas e italianas y motivos de la naturaleza nativa, principios artísticos de la pintura holandesa y algunos rasgos manieristas italianos.
En todas estas obras, el deseo de transformar una imagen de pequeño tamaño en un panorama grandioso es obvio, como, por ejemplo, “Puerto napolitano”, “Caída de Ícaro”, grabado por los dibujos de Hieronymus Kok. Las primeras obras de Pieter Bruegel son dibujos de paisajes, algunos de los cuales contienen sutiles observaciones de la naturaleza, mientras que otros trabajan y estudian las técnicas de pintura de paisajes de venecianos y otros maestros del norte de la generación más antigua, como Herri Met de Bles y Joachim Patinir.
Es esta combinación de observación directa y directa con fórmulas convencionales la que crea el efecto del atractivo inexplicable de las pinturas de Bruegel. El artista vio el paisaje no solo como una decoración, sino como un escenario donde se desarrolla el drama humano.