Teodosio – Konstantin Bogaevsky

Teodosio   Konstantin Bogaevsky

Montes bajos de Feodosia, muros genoveses con torres de vigilancia, la bahía, la silueta de Lysaya Gora, casas bajas: todo esto, alternando suavemente, se asentó en un largo lienzo, reproduciendo el panorama de la ciudad vieja y su aprobación. La exactitud de la disposición y apariencia de Theodosius. Pero el autor usó las posibilidades expresivas de los medios gráficos no solo para escribir una vista a gran escala, sino también para crear una imagen que tenga una originalidad peculiar.

Su composición es peculiar, por ejemplo, la dinámica interna: la rigidez de las formas arquitectónicas anima el movimiento de las nubes dispersas en el cielo y la rítmica alternancia de edificios residenciales, colinas amarillas y montañas bajas. En la monotonía de las casas de piedra se rompe la fortaleza genovesa, orgullosamente elevándose sobre la ciudad. Toda la composición del paisaje “Theodosius” combina claroscuro.

El primer plano está escrito con una pincelada densa, de color oscuro con predominio de umber y siena. Detrás se abre el medio, iluminado, con edificios residenciales y paredes fortificadas pintadas en un agradable color ocre claro. La fortaleza genovesa, que desempeña el papel del centro semántico y compositivo de la imagen, aparece aquí por un punto más oscuro y contrastante en el fondo claro de las montañas y somete la gradación de todos los elementos de color del lienzo.

El tercer plan, con Bald Mountain, colinas y la bahía, está escrito en un color más claro con una introducción al tono básico marrón cálido de los tonos azul y gris.

Pero en algunos lugares, los techos de tejas rojas, las paredes blancas de las casas, las sombras azules que caen de objetos individuales salen del campo de luz y sombra común, alcanzando la potencia de una mancha de color, lo que indica el uso de los dos métodos del artista para construir la construcción de luces y sombras del paisaje proveniente de S. Shchedrin, y El principio pictórico de las relaciones de color, que es un signo de la pintura de aire común inherente al arte de varios artistas rusos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Sin embargo, el claroscuro domina en este trabajo. La sumisión del espacio está subordinada a ella, y en conjunto la imagen se resuelve con voces de tonos marrón oliva cercanos, lo que le da a su gama de colores un poco de restricción convencional.

1 Star2 Stars3 Stars4 Stars5 Stars (2 votes, average: 2.50 out of 5)