El rey de los frijoles – Jacob Jordaens

El rey de los frijoles   Jacob Jordaens

De acuerdo con la costumbre popular holandesa, el 6 de enero, el día de los “Reyes Magos”, se cocinó un frijol en un pastel festivo. El que consiguió un pedazo de pastel con él, se convirtió en el “rey” de la fiesta. Se le puso una corona falsa y él eligió una “reina” para él y lo nombró “un equipo de cortesanos”, de ministro a bufón. Todos obedecieron al “rey” y bebieron a su orden.

En el siglo XVII, durante la época de Jordania, las fiestas similares comenzaron por la tarde y se prolongaron después de la medianoche.

El tema, que brinda la oportunidad de mostrar personas fuertes y saludables, que se divierten en un ambiente relajado, ha atraído repetidamente la atención de Jordans. Hay alrededor de una docena de sus pinturas y dibujos en esta trama. El ejemplar del Hermitage que se remonta al apogeo de la obra del artista es uno de los mejores.

La imagen de Jordania está llena de la alegría de la existencia terrenal y un exceso de vitalidad. La fiesta está en pleno apogeo. Al grito: “¡El rey está bebiendo!” Todos los vasos secos.

Los ancianos y los niños beben, se olvidan las convenciones y las decencias, reina la diversión violenta. El artista transmite esta escena ruda, sin embellecer ni ablandar nada, uno siente que la está admirando abiertamente.

Las figuras de personas grandes, casi de tamaño natural, se mueven hacia el borde frontal de la imagen, las vistas y los gestos de algunos personajes se dirigen al espectador, como si lo atrajeran a participar en lo que está sucediendo. Parece que escuchamos fuertes cantos y risas y como si sintiéramos la cercanía de estos cuerpos pesados ​​y poderosos. Los movimientos entrecruzados y en colisión de las figuras, así como los contrastes en blanco y negro, aumentan la impresión de dinámica. Todo el grupo está iluminado con luz dorada de la tarde, tonos marrones, rojos y rosados ​​brillantes de la ropa, el cabello y las caras, creando una sinfonía sonora de colores que brillan con especial fuerza en sus rayos.

La escena de la fiesta habitual es percibida por el público como una declaración del artista realista de la belleza y el significado de la vida terrenal.

La pintura “El rey de los frijoles” entró en el Hermitage de la colección de la Academia de las Artes de la URSS en 1922.

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